Dolor de espalda: ¿qué es? ¿qué lo causa?

Dolor de espalda: ¿qué es? ¿qué lo causa?

El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes del siglo XXI, afectando a la calidad de vida del 80% de las personas en algún momento de sus vidas. En algunos casos este tipo de molestia desaparece de forma espontánea con el tiempo, pero por desgracia, la mayoría de la gente requiere de ayuda sanitaria para solventar su problema de forma efectiva y segura.

Se entiende por dolor de espalda a aquella zona dolorosa que se encuentra en nuestro dorso,  entre el  hueso sacro y la base del cráneo. Esta dolencia puede iniciarse a cualquier nivel vertebral, pero también suele aparecer en otras zonas vecinas de la columna. En el ámbito clínico, el dolor de espalda se cataloga con diferente nombre dependiendo del nivel afectado en el raquis o columna vertebral:

• Cervicalgia: dolor de espalda alta, en la zona cervical.
• Dorsalgia: dolor de espalda media, en la zona dorsal.
• Lumbalgia: dolor de espalda baja, en la zona lumbar. El más frecuente, siendo una de las mayores causas de baja laboral en los países occidentales del primer mundo.
• Sacralgia: dolor de espalda muy baja, en la zona interglútea. Asociado frecuentemente con la lumbalgia.

Del mismo modo, estos diferentes tipos de patologías de la espalda se catalogan según su duración en el tiempo:

• Caso agudo: si tiene una duración inferior a 4 semanas.
• Caso subagudo: entre 4 y 12 semanas.
• Caso crónico: más de 12 semanas.

El sacro es la piedra angular del equilibro de la pelvis y la espina dorsal.

¿Cuáles son las causas del dolor de espalda?

Aunque no siempre es fácil evidenciar clínicamente la causa que origina estas patologías, no suele ser necesario para su correcto tratamiento sintomático. Sin embargo, existen una serie de factores de riesgo que los médicos y fisioterapeutas estudian en primera instancia, ya que aumentan sensiblemente la probabilidad de padecer dolor de espalda:

Debilidad muscular: con frecuencia, una espalda debilitada por la falta de ejercicio físico, el sedentarismo y los malos hábitos posturales en el hogar y en el puesto de trabajo.

Sobrepeso: el estilo de vida moderno, el trabajo de oficina, y (otra vez) el sedentarismo, han desencadenado una epidemia a nivel mundial de sobrepeso. La comida rápida, y en general las dietas altas en calorías y lípidos provocan una acumulación excesiva de tejido graso, aumentando de este modo el peso del cuerpo y comprometiendo directamente la función ósea y muscular normal.

Trabajos repetitivos y de gran esfuerzo físico: realizar movimientos mecánicos repetidos como usar un martillo, cortar el pelo o usar un ordenador, así como los trabajos que requieren de una fuerza física considerable (empujar, levantar o jalar grandes pesos).

El envejecimiento: las dolencias de espalda resultan más frecuentes por el envejecimiento natural de nuestro cuerpo. El dolor por envejecimiento suele aparecer a partir de los 30-40 años de edad, principalmente por la deshidratación de los discos intervertebrales, así como por la posición mantenida de las vértebras de la columna y su desgaste.

Fumar: los fumadores suelen sufrir de dolores de espalda más prolongados en el tiempo. El tabaquismo puede provocar la reducción del riego sanguíneo de la columna vertebral. Esto conlleva una reducción de la cantidad de nutrientes que reciben los discos y articulaciones intervertebrales, afectando a su función normal de forma directa.

Padecer otras enfermedades: existen numerosas patologías que presentan dolor de espalda como efecto secundario, como la escoliosis, la cifosis, las hernias discales, la estenosis espinal, algunas enfermedades de tipo hereditario, como la espondilitis anquilosante (artritis de columna) y las metástasis óseas propias de algunos casos de cáncer.

Si te ha gustado el artículo, no te pierdas las próximas entradas del blog. En ellas conoceremos como prevenir los molestos dolores de espalda y los trucos para combatirlos desde casa.

¿Y tú, sufres de dolor de espalda?

Ilustración por Eiko Ojala.